jueves, 14 de mayo de 2009

Día 7, noche del 13 de mayo de 2009.

Me acosté pensando: “ojalá se repita lo de ayer, ojalá…”

Nuevamente, a las 3 sonó, pero sonó 10 segundos y lo apagó.

- mamaaaaaaaa, tengo pipiiiiiiiiii!!!

(Bien! Lo ha apagado rapidísimo y, si se le ha escapado, por lo menos le ha quedado algo para hacer en el lavabo! y está despierta!)

Yo, después de una semana de levantarme de un salto de madrugada (estoy rendida) le he pedido a mi marido que se levante él (otro que tampoco lo oye ;·) ).

No ha habido escándalos, ni llantos, ni gritos, ni nada… silencio y unas voces hablando bajito… ¡qué placer!

- ¿Qué? Cómo ha ido?
- Se le ha escapado una gota, casi nada, he dudado si cambiarle el pantalón del pijama porque apenas se ha mojado. Ha hecho un pipi en el lavabo y ya está dormida.

He sentido una satisfacción tan y tan grande…. Y el alivio de que lo de ayer no fuera algo puntual. Hoy se ha repetido!

Se ha levantado seca. Y evidentemente, le he dejado su premio en forma de bolitas de anís.

¡Esto marcha!