lunes, 11 de mayo de 2009

PREÁMBULO

Soy madre de una niña de casi 5 años con enuresis nocturna.

Antes de ser madre, yo también fui niña, y también sufría enuresis nocturna. Yo tenía 7 años cuando mi madre alquiló una alarma a una farmacia. Era una caja como la batería de un coche de la que salían dos cables con dos pinzas, que se ponían cada una en un trozo cuandrado de tela (era como metálica) con muchos agujeros. Se colocaba una tela debajo de la sábana bajera y la otra encima, y encima de ésta una toalla. Cuando se escapaba el pipí, se comunicaban y de la caja salía un pitido inaguantable. La terapia consistía en que yo tenía que levantarme a apagar la alarma, deshacer la cama y volverla a hacer. Mano de Santo. En poco tiempo se acabó el problema, y hasta hoy.


Siempre se lo agradeceré a mi madre, porque recuerdo la vergüenza que sentía cuando me peleaba con mi hermano y me amenazaba con llevar las sábanas sucias al cole, o cuando me iba de colonias… y entonces no habían pañales para niños mayores…todo eso se acabó con la alarma, que fue mi pesadilla durante unas semanas, y mi salvación para el resto de mi vida.

Mi hija cumplirá los cinco años al final del verano. Tanto su padre como yo sufrimos los inconvenientes de la enuresis de niños y, sabiendo que es hereditario, no nos extraña que a nuestra hija también le pase. El verano pasado ya intenté ayudarla a superar el problema levantándome cada 3 horas y cuando me levantaba élla ya estaba mojada 3 de cada 4 veces. Al final de verano desistí por las temperaturas nocturnas y por no haber ningún avance (además del agotamiento que acarreó). Pero durante el invierno, he estado mentalizando a la peque para que afronte con valentía e ilusión éste “trance” que ahora empezamos.


-Cariño, cuando venga la primavera y el buen tiempo, la mama te comprará un chivato que te ayudará a dejar de hacerte pipí.
-Sí, mama, que yo ya no quiero el pañal, me molesta.

No estoy dispuesta a que élla pase por lo que yo pasé. Y élla quiere dejar de hacerse pipí. Así que me pude manos a la obra e indangando, encontré la versión actual de aquélla caja que me ayudó a mí hace más de 25 años. Hay varios modelos en el mercado, y no voy a decir cuál he elegido yo porque no pretendo hacer publicidad de la marca.


Es precisamente en ésa búsqueda que me han faltado testimonios de personas que fueran más allá del “a mí me ha ido muy bien”. Necesitaba datos, sensaciones, vivencias personales… yo estaba llena de dudas y es por eso que ahora que lo vivo yo, pienso que puede ayudar a alguien mi testimonio. Por eso quiero conpartir las vivencias de mi hija y mías con quien lo desee. Espero poder aclarar las dudas de alguien. Si una sóla persona saca algo positivo, ya habrá valido la pena.

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